martes, 31 de mayo de 2011

Tintín llegará el 28 de octubre

Casi dos meses antes de su estreno en EEUU se podrá ver en los cines europeos Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio. El 28 de octubre es la fecha elegida por la distribuidora (dos días antes si me escapo a Francia o Bélgica) para que pueda cumplir uno de mis sueños de juventud. Corría el año 1985, si no me falla la memoria, cuando en un número de Fotogramas con la portada de Concha Velasco se anunciaban los próximos proyectos de Steven Spielberg. Una adaptación de las aventuras de Tintín estaba entre ellos. Se decía que Hergé, fallecido dos años antes, le había dado toda clase de bendiciones, afirmando que él, por Spielberg, era el único capaz de trasladar a la gran pantalla lo que millones adoraban en viñetas o, como se dice ahora, álbumes. Pues ya te ha costado, adorado Steven. ¡26 años nada menos!

No soy el mismo de entonces, pero ver las primeras imágenes del trailer me han recordado, una vez más, por qué adoro el cine. Al final, es como el que espera la final de la Champions, la Super Bowl, los Play-Offs o, también los hay, el festival de Eurovisión (¿Existe el de la OTI?). Ese gusanillo en el cuerpo, esa ilusión infantil todavía intacta. ¿Sabes a qué me refiero?

Una vez superado ese primer impacto, y aquí si se nota el paso de los años en mi persona, llega la hora de analizar lo visto. Puntualizar, antes que nada, que ha sido una pena que una buena parte de los mejores títulos de Tintín se han quedado fuera por no aparecer en ellos el capitán Haddock. Se me ocurren La isla negra, El loto azul/Los cigarros del faraón (album doble) o El cetro de Ottockar. Dicho esto, la selección de historias para la primera entrega promete varias escenas impactantes, algunas ya desveladas en el trailer, mejor dicho, el teaser, que son más cortos.No obstante, a pesar de la buena pinta general, con una muy cuidada iluminación y encuadres 100% spielbergrianos, hay algunos planos que me chirrían.

Seguro que fueron cientos los bocetos y las pruebas antes de dar el ok definitivo al aspecto visual, la paleta de colores, las texturas y, en definitiva, el look de la película. Dónde ser más fotorrealistas y dónde acercarse al máximo a la estética de las finas viñetas de Hergé. Sin duda, una decisión difícil. Con todo, particularmente en algunos planos largos diurnos como el cenital de Tintín y Milú paseando por una calle, me recordaban más a una película de Wallace y Groomit que a mi idea preconcebida de lo que se podía hacer con la tecnología desarrollada para Avatar, el empujón definitivo para que Spielberg (y Peter Jackson) se lanzaran al mundo de Tintín a sabiendas del desconocimiento del personaje en EEUU.
Ah! ¿Qué os ha parecido el primer plano de Tintín? A mí me ha gustado su humanización, aunque entiendo a quienes critican sus ojos claros y (quizás) demasiado grandes.

Es muy pronto todavía para grandes conclusiones...pero ya queda menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario