No recuerdo el autor de la reflexión pero la comparto. Frecuentemente, directores que han sorprendido a crítica y público, admirados, y cuyas obras son esperadas con gran expectación se les va la olla. La frase decía algo asñi como que un buen director deja de serlo cuando cree que sabe hacer películas. Esa es la sensación que me ha dejado "Orígen"(Inception), un experimento onírico-psicológico-metafísico que no es más que una paja mental de Christopher Nolan. Eso sí, tiene la enorme fortuna de que un estudio como la Warner haya puesto a su disposición un holgado presupuesto para que su diarrea de ideas luzca como es debido. Y lo hace. Me temo que esta película generará miles de teorías y tésis sobre su final o la mecánica del guión, como ya ocurriera con "Matrix". No es para tanto. "Origen" tiene la apariencia de historia alambicada, escalera infinita pero en el fondo no es más que un guión mal cohesionado y tramposo. No obstante, la película tiene instantes memorables, ideas brillantes y está rodada primorosamente. Nolan tiene mucho oficio pero, a mi juicio, "Origen" está lejos de su apasionante obra anterior, "El caballero oscuro"(Dark Knight) o de "Insomnio", dos películas que prueban que a Nolan le van, y mucho, los asuntos relacionados con la mente y su (mal) funcionamiento.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Paja mental
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