sábado, 6 de noviembre de 2010

Los enredos de Fincher

Un tipo al que admiro. En el autógrafo que me firmó (ya sé que es poco profesional pero me importa un carajo)cuando le entrevisté con motivo del estreno de "The Game", David Fincher escribió "Gracias por el apoyo a Alien3". Creo que eran muy pocos los que le daban palmaditas en la espalda por lo que hizo con la tercera parte de la saga que inició magistralmente Ridley Scott (y que ahora retoma) pero a mí, personalmente, me encanta como intentó volver a los orígenes y alejarse todo lo posible de la apoteosis belicista (y fantástica) de James Cameron con esa ambientación opresiva y claustrofóbica. "Alien 3" es el génesis, los pilares sobre los que se apoya el estilo Fincher: sórdido, sobrio y oscuro en lo visual pero elegante y virtuoso en lo puramente cinematográfico. Luego llegaron "Seven", la mencionada "The Game", "El club de la lucha", "La habitación del pánico", "Zodiac" y, en un salto creativo valiente, "Benjamin Button", donde abordó temas inéditos en su filmografía.


"La red social" es otro paso adelante de Fincher a la hora de tocar otros géneros, aún sin despegarse de su estilo. Sigue sintiéndose cómodo en ambientes nocturnos o tétricos. Son escasísimas las escenas diurnas, mas aún soleadas.

Nunca he entrado en Facebook. No es pose, es que no me interesa. Mis circunstancias personales hacen que no necesite relacionarme con más gente. Por eso nunca he sido radioaficionado (la primera red social) ni he formado parte de MySpace. Es importante apuntar esto porque mi interés en la historia que me iban a contar era tan grande como el desconocimiento. No obstante, Fincher d
eja claro en la primera escena que "La red social" es una película que, seguramente, bata records de palabras por minuto. Los protagonistas escupen en ocasiones las frases como Fraga en sus buenos tiempos, cuando se le entendía. Y yo he entendido lo que Aaron Sorkin ha escrito, me ha interesado cómo me lo ha contado Fincher y, creo, me meteré en Facebook un día de estos. 500 millones de personas no pueden estar equivocadas. O sí.


"La red social" es una buena película, muy inteligente, sobre personas (en su mayoría) inteligentes y sobre una idea más que inteligente. El exceso de verborrea y ciertos personajes un tanto esquemáticos no la hacen perfecta pero se queda muy cerca. Su retrato de los clubes elitistas en universidades como Harvard o cómo un imberbe es capaz de cumplir el sueño americano bien entrado el siglo XXI son, aunque tangencialmente, temas que el guión toca con afilada ironía. A pesar de que, con ese argumento, Fincher (y Sorkin) podían haberse enredado muy facilmente, la única red se queda en el ciberespacio.

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