lunes, 29 de noviembre de 2010

Oscar se hace un lifting

La audiencia es la audiencia. Dos factores importantes han provocado que las últimas ceremonias de los Oscar no hayan tenido los ratings esperados. El fundamental es que las películas nominadas, en su mayor parte, no han sido grandes pelotazos en la taquilla (exceptuando casos muy puntuales como Avatar). Que me vengan ahora a la cabeza: Crash, No es país para viejos, Slumdog Millionare o En tierra hostil (la última ganadora). Excelentes películas pero que no interesan al espectador medio americano. Si a esto sumamos que buena parte de los presentadores son estrellas que no brillan tanto como antaño tenemos como resultado que en EEUU interesan más los MTV Movie Awards. La Academia de Hollywood ha anunciado parte de la solución. Sangre fresca para la gala del año que viene. De los talluditos Steve Martin y Alec Baldwin pasamos a Anne Hathaway y James Franco, ambos con películas oscarizables en cartel. Hathaway ya dio muestras de su talento como showgirl marcándose un numerito musical con Hugh Jackman hace dos años y la acaban de anunciar como la nueva Catwoman en la nueva entrega de las andanzas de Batman que prepara Christopher Nolan. A James Franco le hemos visto travestido en alguna portada pero me parece un pan sin sal. Veremos.

Mueren Leslie Nielsen, Irvin Kershner y Mario Monicelli

¡Menudo día!Probablemente, y no soy ni pretendo ser original, mi afición al cine comenzó con Star Wars. Más concretamente con El imperio contraataca (The Empire Strikes Back), una obra maestra que, lejos de envejecer mal, mejora con los años. Como los buenos vinos. Y no hablo de los retoques de ediciones especiales varias sino de su esencia. Parte de los méritos de esa película, más allá del omnipresente George Lucas, son de Irvin Kershner, su director. Alguien que fue de Lucas lo que Yoda era de Luke Skywalker. Sólo por El imperio coontraataca, mi admiración y respeto por él. A partir de ahí, le colocaron el título de experto en secuelas y rodó el controvertido regreso (con suculento cheque) de Sean Connery al papel de James Bond:Nunca digas nunca jamás (Never Say Never Again). Perdió en la taquilla contra Octopussy (perteneciente a la saga "oficial") aunque no estaba mal del todo. Tuvo el acierto de elegir a Kim Basinger como femme fatal. Su carrera finalizó con otra secuela, la de Robocop. Una mierda pero estaba bien dirigida, a pesar de todo lo demás. Una neumonía ha acabado con Kershner a los 87 años.

Aunque también era un anciano (84 años), da penilla decir adios a Leslie Nielsen, rostro imprescindible y voz imponente de tantas comedias disparatadas, a menudo mediocres pero que él daba lustre. De todo este lote, por supuesto, Aterriza como puedas, su cambio de registro, ese records de gags por minuto del trío Zucker-Abrahams-Zucker que volvió a llamar a Nielsen para dar vida al teniente Frank Debrin en la saga de Agárralo como puedas (The Naked Gun). En España, con la chorrada del "como puedas", Nielsen hizo tropecientas basuras que no había por dónde cogerlas.

Recuerdo con cariño su breve aparición como capitán en La aventura del Poseidón (The Poseidon Adventure) y, en un papel muy desconocido por el gran público, hacía de malisísimo en Furia en el valle(The Sheepman), junto a Glenn Ford y Shirley MacLaine. Descansen los dos en paz.

Acabo con Mario Monicelli. A pesar de sus 95 años, no estaba dispuesto a terminar sus días agonizando en una cama y ha decidido tirarse por la ventana del hospital en el que le atendían por un cáncer terminal de próstata. Con un par. Epílogo dramático para el que dicen que inventó la comedia italiana. Con La gran guerra, estupenda película, ganó el León de Oro del Festival de Berlín. Estuvo nominado al Oscar en un par de ocasiones como guionista. Rufufú es otro de los títulos que quiero recordar de su dilatada( y muy desconocida para mí) filmografía.

sábado, 27 de noviembre de 2010

El otro Samuel Bronston

He tardado algún tiempo en hablar de la muerte de Dino de Laurentiis. No hay ninguna razón especial para ello. Siempre he sentido cierta empatía por aquellos productores al viejo estilo. Capaces de levantar proyectos, no necesariamente buenos, con o sin el apoyo de un gran estudio hollywoodiense. Más aún cuando estas películas son costosas superproducciones.

De Laurentiis tiene de todo en su más que dilatada filmografía. Hay más bodrios que obras maestras pero quiero destacar sobre todo a la persona. Ya no quedan productores cinéfilos como él. O casi. Los O'Seltznick, Zanuck, Warner o Ponti eran una estirpe sólo comparable en la actualidad con los hermanos Weinstein. Aunque sean, por lo que dicen, unos capullos insoportables.

De Dino de Laurentiis destacaría La Strada, Serpico, Barbarella, Manhattan Sur (Year of the Dragon), su versión de Motín a bordo (The Bounty) o la más reciente U-571, una pequeña joyita bélica aunque tiene varias estimables en este género.

Reconozco que tengo especial simpatía a su ultra kitch  (por no decir hortera) versión de Flash Gordon, con la banda sonora de Queen (Flashhh!!!! Aaaaaaaa!!) o el impagable Max Von Sydow como Ming.
Otras, como las dos partes de Conan, King Kong o Dune, no me dicen nada. Hannibal y El dragón rojo (Red Dragon) eran productos muy dignos, más el primero (el de Ridley Scott) que el segundo. Ahora, no me resisto a mencionar que Dino de Laurentiis también produjo Guerra y paz (War and Peace), su primera gran producción hollywoodiense con Henry Fonda, Audrey Hepburn y Mel Ferrer y, en la bolsa de las olvidables, aquel intento fallido de repetir el éxito de Instinto Básico llamado El cuerpo del delito (Body of Evidence), con Madonna y Willem Dafoe.

Dos en la carretera

Nada tiene que ver esta patochada con la magnífica película de Stanley Donen. Salidos de cuentas (Due Date) sigue el esquema clásico de dos personajes antagónicos, unidos por las circunstancias, que deben trasladarse del punto A al B (Atlanta a Los Angeles) y durante el tortuoso viaje cientos de desventuras, a cada cual más grotesca,  provocarán que los protagonistas no lleguen a tiempo al nacimiento del primer hijo de uno de ellos, el personaje interpretado por Robert Downey Jr.

El referente claro que yo veo aquí es Mejor solo que mal acompañado (Plains, Trains and Automoviles) de John Hughes, descacharrante y mucho más inspirada comedia en la que Steve Martin daba vida al "tipo normal" pero soberbio y el recordado John Candy era el "tipo estrafalario" pero simpático. La parte cómica en Salidos de Cuentas corresponde a Zach Galifianakis, que basicamente repite su papel de Resacón en Las Vegas con algún retoque.

A ratos simpática, con alguna ocurrencia que no voy a desvelar, pero siempre con la sensación de deja vu y sin la frescura de otros títulos del subgénero, por así llamarlo, buddy movies on the road . A buen seguro, el director Tod Phillips (que rueda la secuela de Resacón en Las Vegas cuya acción transcurre en Tailandia) y la pareja protagonista se habrán llevado un buen montón de dólares, que de eso se trataba.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Sigue siendo bella en 3D

La bella y la bestia 3D es una de esas películas que apetece ver, no sólo porque es una obra maestra sino porque me apetecía comprobar cómo las nuevas tecnologías eran aplicadas a un producto claramente bidimensional. El resultado es más que satisfactorio. Como si nuestros ojos se transformaran en la mítica cámara multiplano que Disney introdujo en Blancanieves y los siete enanitos.  Los paisajes, interiores del castillo o el pueblo en el que vive Bella adquieren una dimesión superior, sin que resulte en ningún momento mareante.


Unos cuantos años después, y en una política que deberían retomar los grandes estudios, nuevas generaciones de espectadores cinematográficos pueden descubrir, con la más alta tecnología, un ejemplo de la filmografía de Disney en plena forma. Su segunda Edad de Oro iniciada con La sirenita y culminada con la infravalorada El jorobado de Notre Dame. Como la moraleja de esta película, su belleza está en el interior. Las gafas son aquí sólo un (excelente) pretexto.

El principio del fin

Antes de hablar de la primera parte de las dos en las que se ha dividido Harry Potter y las reliquias de la muerte (Harry Potter and the Deathly Hallows) algunas consideraciones importantes.

Primera: pude verla en versión original subtitulada en una de las salas más populares de Lyón (Francia),
Segunda: había la posibilidad de elegir entre doblada al francés o VOS.
Tercera: era jueves y más de la mitad de la sala estaba llena. La media de edad sería 23 años.
Conclusión: A pesar de poder verla doblada, un porcentaje importante de jóvenes y jóvenas de la Francia prefieren hacerlo en versión original y, lo que es más significativo, van al cine los jueves. Igual que en España.

Sobre la penúltima de Harry Potter. Han pasado diez años desde La piedra filosofal y los productores, al igual que J.K Rowling, han sabido dar a los personajes la madurez no sólo a los personajes principales sino a las tramas, al estilo y al ritmo de las películas. David Yates, película tras película, ha ido acercando la serie al tono que impuso Alfonso Cuarón al magnífico (y mejor) tercer episodio: El prisionero de Azkabán. Parte del mérito aquí corresponde también al director de fotografía portugués Eduardo Serra, que ha aproximado aún más la paleta de colores al blanco y negro.
A sabiendas de que todos los potenciales espectadores, que hayan leído o no el libro, quieren ver el combate final entre Potter y Voldemort, se han permitido aquí el lujo de una pausada road movie, alejada de Hogwarts, de las aulas y de la protección de los maestros en la que el trío protagonista pone a prueba sus relaciones personales en una odisea personal en busca de su Santo Grial, los Horocruxes que, una vez destruídos, acabarían con las fuerzas del mal para siempre.


Las necesarias escenas de acción para recordarnos que los esbirros de Voldemort pisan los talones de Harry, Ron y Hermione no ocultan que la primera parte de Las reliquias de la muerte es una buena película de personajes con envoltorio de superproducción. Lo que ocurre es que uno de ellos se llama Harry Potter, y eso, seguramente, condicionará la forma en la que muchos (adultos sobre todo) la analizarán. Buena prueba de lo que intento argumentar es el uso de la música de Alexandre Desplat. Pudiendo lucirse y sacar provecho de los temas creados por John Williams o Patrick Doyle, Desplat opta por melodías de trazo muy fino que en ningún momento, salvo en un par de pequeñas secuencias, quiere sobresalir. Mención aparte merece la recreación visual del llamado Cuento de los Tres Hermanos, historia que da origen a las reliquias de la muerte a las que hace referencia el título. Soberbia.

domingo, 14 de noviembre de 2010

El último austro-húngaro

Como fan tuyo que soy, te debo esta entrada en el blog. Él no aparecía en sus películas pero siempre colaba el término austro-húngaro. Si el Cielo existe, Luis García Berlanga estará ahora rodeado de pechos, culos y mujeres llenas de curvas, como las que tantas veces vemos moldeadas en las fallas. Descansa ya el mayor referente vivo que tenía el cine español, a pesar de que sus últimas películas, desde finales de los 70, estaban muy lejos de lo que dirigía en pleno franquismo. La censura es risible, lamentable, odiosa, pero, en ocasiones, un acicate para el ingenio. No se entienden las mejores películas de Berlanga sin ella. Tampoco sin el Mediterráneo. Ahora, en otra Ciudad de la Luz, comiendo turrón ( de Alicante, claro) jugará con Buñuel una interminable partida de dominó. Tienen tiempo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Los enredos de Fincher

Un tipo al que admiro. En el autógrafo que me firmó (ya sé que es poco profesional pero me importa un carajo)cuando le entrevisté con motivo del estreno de "The Game", David Fincher escribió "Gracias por el apoyo a Alien3". Creo que eran muy pocos los que le daban palmaditas en la espalda por lo que hizo con la tercera parte de la saga que inició magistralmente Ridley Scott (y que ahora retoma) pero a mí, personalmente, me encanta como intentó volver a los orígenes y alejarse todo lo posible de la apoteosis belicista (y fantástica) de James Cameron con esa ambientación opresiva y claustrofóbica. "Alien 3" es el génesis, los pilares sobre los que se apoya el estilo Fincher: sórdido, sobrio y oscuro en lo visual pero elegante y virtuoso en lo puramente cinematográfico. Luego llegaron "Seven", la mencionada "The Game", "El club de la lucha", "La habitación del pánico", "Zodiac" y, en un salto creativo valiente, "Benjamin Button", donde abordó temas inéditos en su filmografía.


"La red social" es otro paso adelante de Fincher a la hora de tocar otros géneros, aún sin despegarse de su estilo. Sigue sintiéndose cómodo en ambientes nocturnos o tétricos. Son escasísimas las escenas diurnas, mas aún soleadas.

Nunca he entrado en Facebook. No es pose, es que no me interesa. Mis circunstancias personales hacen que no necesite relacionarme con más gente. Por eso nunca he sido radioaficionado (la primera red social) ni he formado parte de MySpace. Es importante apuntar esto porque mi interés en la historia que me iban a contar era tan grande como el desconocimiento. No obstante, Fincher d
eja claro en la primera escena que "La red social" es una película que, seguramente, bata records de palabras por minuto. Los protagonistas escupen en ocasiones las frases como Fraga en sus buenos tiempos, cuando se le entendía. Y yo he entendido lo que Aaron Sorkin ha escrito, me ha interesado cómo me lo ha contado Fincher y, creo, me meteré en Facebook un día de estos. 500 millones de personas no pueden estar equivocadas. O sí.


"La red social" es una buena película, muy inteligente, sobre personas (en su mayoría) inteligentes y sobre una idea más que inteligente. El exceso de verborrea y ciertos personajes un tanto esquemáticos no la hacen perfecta pero se queda muy cerca. Su retrato de los clubes elitistas en universidades como Harvard o cómo un imberbe es capaz de cumplir el sueño americano bien entrado el siglo XXI son, aunque tangencialmente, temas que el guión toca con afilada ironía. A pesar de que, con ese argumento, Fincher (y Sorkin) podían haberse enredado muy facilmente, la única red se queda en el ciberespacio.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Tintín ya tiene cara

¡Ya era hora! Steven Spielberg y Peter Jackson han dado en primicia a la revista Empire las primeras imágenes de la película "Tintín:el secreto del unicornio", dirigida por Spielberg y producida por Jackson con animación y en 3D, basada en los cómics sobre el intrépido periodista belga (al que nunca se le veía escribir un artículo), el capitán Haddock, Hernández y Fernández o el perro Milú. La primera impresión al verlas es que, efectivamente, han sido necesarios todos estos años para trasladar el universo de Hergé a la gran pantalla con unas mínimas garantías de éxito. Dicen que Jackson proyectó a la viuda de Hergé, dueña y señora del personaje, lo que hoy en día se podía hacer gracias a las nuevas tecnologías desarrolladas para "Avatar". La convencieron y el resultado a los cines llegará a finales del año próximo. Toca esperar. La expectación es muy grande...en Europa. Estoy convencido de que se va a poner en marcha una campaña sin precedentes en EEUU para dar a conocer a Tintín y sus aventuras impresas antes del estreno, que por allí no goza del seguimiento que existe en Europa o Latinoamérica.



Esta primera película está basada en la historia doble "El secreto del Unicornio" y "El tesoro de Rackham el Rojo" aunque se han introducido elementos de "La isla misteriosa" y "El cangrejo de las pinzas de oro", éste último para contar el encuentro entre Tintín y el borrachín capitán Haddock.
Ahí creo que se han equivocado. Es cierto que son películas muy caras y que la que iniciara la saga debe de ser un éxito que garantice la continuidad de la serie, que ya tuvo serios problemas para ponerse en marcha por falta de financiación de los estudios norteamericanos, precisamente por esa ausencia de punch del personaje en el mercado USA. Prescindir de Haddock en esta primera película era demasiado arriesgado. Comprensible. Pero no es menos cierto que buena parte de las mejores historias que creó Hergué no contaban con el capitán. Me acuerdo especialmente de "La isla negra", "El cetro de Ottockar" o el dúo "El loto azul" y "Los cigarros del faraón". Están dejando fuera de lo mejorcito de la serie. Seguramente, Peter Jackson abordará "Las siete bolas de cristal" y "El templo del sol" en la segunda película y, para el final, pueden coger las referidas al viaje a la Luna o la extraordinaria historia de "El asunto Tornasol".


Está por ver cómo van a abordar el personaje de Rastapopoulos, archienemigo de Tintín, o si van a introducir personajes nuevos, alguno femenino (más allá de la Castafiore) o americano, para llegar a un público más amplio. Estarían jugando con fuego. De momento, por lo visto, la cosa promete.