martes, 27 de diciembre de 2011

Espionaje como arte

Una advertencia. Cualquiera que vea El topo (Tinker Tailor Soldier Spy) debe mantener los ojos bien abiertos, la mente despejada y prestar mucha atención a lo que ocurre en la pantalla. La película de Tomas Alfredson es una revisión contracorriente del cine de espías de los 70, pero sin ningún artificio, gadget o set piece destacable. Es más, lo que predomina en esta película es el diálogo y la falta de él, los necesarios silencios.

El sueco Alfredson ha trasladado a una producción internacional su visión nórdica de la vida para acercarnos el siempre interesante universo de John Le Carré, contando con una lista de alumnos aventajados del último cine británico, encabezados por Gary Oldman.

Admito que siempre he sentido cierto rechazo hacia este actor desde que le descubrí en El clan de los irlandeses (State Of Grace, 1990) o el Drácula de Coppola. Luego llegaron la muy recomendable León, el profesional o El quinto elemento, ambas de Luc Bessón. Su histrionismo me provocaba contínuos movimientos cuasi espasmódicos en la butaca del cine.Vamos, insoportable.

La cosa cambió con su magnífica, humana y poco artificiosa creación del comisario Gordon en la trilogía de Batman de Christopher Nolan. Precisamente, esa contención y el menos es más (que no inexpresividad) es la que nos encontramos en su interpretación de George Smiley, un veterano espía retirado, de pocas palabras, y que no se quita sus gafas de pasta ni para nadar. Las circunstancias obligan a Smiley a reincorporarse con la misión de encontrar a un topo infiltrado en los servicios secretos británicos al servicio de la Unión Soviética en plena Guerra Fría.

Precisamente, apoyado en una estética gélida, tanto en los tonos como en la climatología, Alfredson nunca tira por el camino fácil y siempre busca la complicidad del espectador, al que exige una actitud activa a pesar de llevar éste décadas acostumbrado al espionaje vertiginoso, de tecnología punta y muy, muy masticado. Muy al contrario, aquí se hace uso de aparatos que hoy resultan obsoletos y se recrea una forma de ejercer el espionaje en las antípodas de James Bond. Pupitres, papeles, teléfonos pinchados y, sobre todo, el no fiarse ni de tu sombra.

Que Colin Firth (reciente oscar por El discurso del rey), Ciarán Hinds, Tobey Jones, Mark Strong o el omnipresente John Hurt, hayan decidido participar en este proyecto no hace sino corroborar que El topo es una de esas películas necesarias que, muy de vez en cuando, nos recuerdan que el cerebro, como el corazón, hay que ejercitarlo.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Cruise se lo curra

Último cartucho para mantener el estrellato. Esa es la definición de Misión Imposible 4: Protocolo fantasma. Tom Cruise ( y a su manera la Paramount) se ha tenido que tragar el orgullo, agachar la cabeza, y rodar la cuarta parte de la saga tras lo ocurrido con la tercera en 2006. Por aquel entonces, en el culmen del despropósito hollywoodiense, J.J. Abrams firmó una muy entretenida película, fiel al espíritu original, que volvía a resituar la franquicia más o menos donde la dejó Brian de Palma, director de la primera misión imposible, tras la a mi juicio fallida intentona de John Woo en la segunda.

El problema fue que el presupuesto escaló hasta 150 millones de dólares (previo al crack financiero) y las recaudaciones se quedaron muy cercanas a los 400 millones. ¿Dónde está el problema? os preguntaréis. Pues en el acuerdo que Paramount (quien ponía la pasta) tenía con CW Productions, la productora de Tom Cruise y Paula Wagner. No solo les abonaban sus abultados salarios sino un alto porcentaje de la taquilla. Conclusión: Paramount se quedó con calderilla de esos 400 millones. Conclusión 2: ¿Cuánto tengo que recaudar para rentabilizar mi inversión?,¿estamos tontos o qué?. Conclusión 3: Tom y su socia a la puta calle.

Cruise y Wagner fueron recibidos con los brazos abiertos en la Metro con el encargo de resucitar a la histórica filial United Artists (creada por Chaplin, Fairbanks, Pickford, etc en 1919). Con la buena intención de darle lustre eligieron como primer proyecto de la nueva UA Leones por corderos (Lions For Lambs), dirigida por Robert Redford y protagonizada por él mismo, Cruise y Meryl Streep. No salió cara, 35 millones, pero la recaudación en USA fue pírrica: 12 millones. La película no estaba mal pero, como la mayoría de las que dirige Redford, le faltaba chicha.

Luego vino Valkiria, de Brian Singer. Nuevo vehículo de lucimiento para Cruise que se quedó muy lejos de los 400 millones de MI3. Vamos, la mitad. ¿Qué hacer? Lo primero, romper peras con Paula Wagner, cambiar de agente y dejar de hacer el indio en platós de televisión.

Si hay algo que siempre ha caracterizado a Cruise es su ambición. Ambición a la americana, es decir, perfeccionismo exasperante, obsesión por el control, ser el número uno. Por ello, convenció a la Fox para producir una especie de Misión Imposible en clave de comedia en la que él no se llama Ethan Hunt sino Roy Miller y, además, compartiendo cartel con un ángel de Charlie: Cameron Diaz. Noche y día (Knight and Day) no fue un fracaso pero nuevamente recaudó alrededor de 200 millones de dólares. Para que se entienda, Toy Story 3 amasó más de 1.000. Por no hablar de situar los sanfermines en Sevilla.


Creo que todo este tocho es necesario para justificar la existencia de MI4 y de espectaculares escenas como la rodada con cámaras IMAX en el Burj Khalifa de Dubai, el edificio más alto del mundo (828 metros), en la que Cruise, sin dobles, trepa por su fachada, se lanza en caida libre, etc...
Con un reparto al que se incorporan rostros nuevos en la saga como Jeremy Renner, Simon Pegg o Paula Patton, MI4 se desarrolla, como las anteriores entregas, en varios escenarios: India, Rusia, o los Emiratos Árabes. No por casualidad, países donde la crisis mundial a pasado de lado.

Ethan Hunt y su nuevo equipo tendrán que parar a un malo malísimo que no solo vuela por los aires parte del Kremlin sino que planea utilizar armamento nuclear robado contra poblaciones como San Francisco.

Con esta premisa argumental, Brad Bird, procedente de la animación made in Pixar (Los Increibles), recupera todo lo que funcionaba en la película de Abrams (aquí solo productor ejecutivo) y, sin riesgos, nos ofrece un producto que consigue sus objetivos: entretener al espectador y dejarle en más de una ocasión con la boca abierta recurriendo a situaciones ya vistas pero que, con cierta habilidad, funcionan una y mil veces. Incluso se ríe en varias ocasiones de la propia iconografía (las increíbles máscaras que ya no funcionan). Eso sí, no hay que hacerse muchas preguntas. El guión es como la misión: imposible. 

Esta entrada se autodestruirá en cinco, cuatro, tres,... 



jueves, 22 de diciembre de 2011

Scott promete terror

A buen seguro, uno de los platos fuertes de 2012, que con eso de que es el último de la historia, viene cargadito. Prometheus, de Ridley Scott, o el regreso al universo que él mismo definió hace 35 años en Alien: el octavo pasajero. Reparto sólido e imágenes que nos avanzan más de un sobresalto.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ya esta aquí: The Hobbit

Ha llegado a colapsar los servidores de Apple. El primer avance de la primera parte de las dos en las que se divide The Hobbit, Un viaje inesperado, no defrauda a los muchos que adoramos la trilogía de Peter Jackson y la obra de Tolkien. Se podría decir que es el paradigma de lo que un primer trailer debe ser. Enjoy!!!


lunes, 19 de diciembre de 2011

Un poco más de Dark Knight Rises

Entre las que no me pienso perder el año que viene está Dark Knight Rises. La anterior entrega del reboot de la saga de Batman, llevado con mano maestra por Christopher Nolan, me parece una de las mejores películas estrenadas en la última década. Puro cine, bestial, apabullante. Una gozada.

A pesar de la sobrada de Origen, tengo el convencimiento de que vamos a volver a aplaudir con las orejas. El nuevo trailer ya está disponible.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Men In Black 3 se acerca

Más entremeses para estas fiestas. Otro de los estrenos con cierto tirón. Will Smith y Tommy Lee Jones vuelven  a ser los Men In Black a las órdenes de Barry Sonnenfeld. Parece que también han vuelto los mismos problemas que con la segunda parte, es decir, falta de guión y "sugerencias" de su amplio reparto, completado con Josh Brolin y Emma Thompson . Recuerdo que Will Smith y Lee Jones me decían en la entrevista que les hice hace años que para la siguiente vez, o sea, la tercera entrega, tomarían nota de quién sugirió tal gag o quién dijo qué. Se lo preguntaban mucho. A ver si es verdad.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Primer teaser de The Expendables 2 (Los mercenarios 2)

Como anticipo navideño, la película macarra de 2012 ya tiene teaser. Una pequeña escena de diálogo entre Bruce Willis y Stallone, logo motero e instantes de todo el reparto. Para abrir boca.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Spielberg da pistas sobre Indy 5 y preestrena War Horse

En los últimos meses, el runrrún de una nueva película protagonizada por Indiana Jones se ha visto mezclado por las declaraciones de Spielberg en las que, tal y como lo han recogido algunos medios, se escurría el bulto de las críticas a El reino de la calavera de cristal, diciendo que fue una idea del tío George (Lucas) que a él no le convencía. Un argumento que también usa a la hora de hablar de El templo maldito (parece ser que el divorcio de Lucas fue lo que provocó su tono oscuro). Como queriendo dejar claro que lo más criticable de la saga no es por su culpa sino por la de su colega.


En una entrevista reciente a Entertainment Weekly, y para quitarle hierro al asunto, ha afirmado sobre la cuarta entrega que "estoy muy orgulloso de la película", dice Spielberg. "Me encantaba traer de vuelta a Marion (Karen Allen). Me encantaba el hecho de que Indy ya tiene un hijo. Es una película de acción para toda la familia, y me encantaba la premisa general. Es público que George, Harrison y yo tuvimos un enfrentamiento sobre el género y el concepto. Pero siempre he contado las historias de George".

"Mi mayor contribución ha sido la inclusión del padre en la tercera película", continúa. "Esa era mi idea, darle a Sean Connery el papel de padre de Harrison. Yo soy el mejor amigo de George y soy muy obediente con las historias que él escribe. Voy a pelear por cosas en las que no creo pero, en última instancia, si George quiere incluir a seres inter-dimensionales en la Calavera de Cristal, voy a hacer el mejor trabajo posible para absolver la idea de George y hacer que se sienta orgulloso".

Una vez explicado, por enésima vez, su sistema de trabajo (el suyo con Lucas y Ford), Spielberg vuelve a colocar la pelota en el tejado de su socio: "Depende de George", dice cuando se le pregunta acerca de una quinta entrega. "Ya hemos acordado el género de la quinta película, ya tenemos una idea en mente. No sé donde está George con la historia. No hay Indy 5 hasta que George dice que lo hay" .Alto y claro. La agenda de Spielberg como director no se libera hasta, al menos, finales del año que viene.


War Horse

La historia de War Horse de Michael Morpurgo fue originalmente una novela para niños antes de que se adaptara para los escenarios en 2007. La producción del National Theatre recibió elogios de la crítica para convertirse en una de las más exitosas obras teatrales en el Reino Unido antes de trasladarse a Broadway.

Precisamente, a escasos metros del teatro donde se representa en Nueva York, se estrenó ayer la adaptación de Spielberg, que promete ser un festival lacrimógeno. El reparto está compues
to por un buen lote de actores británicos como David Thewlis y Benedict Cumberbatch, acompañados de Emily Watson y el joven Jeremy Irvine, protagonista humano de la historia.

Después del pase, en una fiesta privada a la que asistieron buena parte de los invitados VIPs y de la que se hace eco Scott Feinberg en las páginas del Hollywood Reporter, se comentó que en varios momentos de la película - al igual que otras obras de Spielberg que involucran a la guerra, sobre todo La lista de Schindler (1993) y Salvar al soldado Ryan (1998) - algunos espectadores tuvieron que apartar la mirada debido a la dureza de las imágenes.  Otras escenas son tan emocionalmente intensas que harán llorar hasta al más duro entre los duros, particularmente al final. De hecho, una de las críticas más repetidas, si es que se le puede llamar así, es que Spielberg te maneja como una marioneta, y eso a muchos les jode. Aquí ríes, aquí sufres y aquí toca moquear, es decir, te manipula.

De Irvine, debuta en la pantalla grande, dicen que es un poco rígido; Buckens, aunque hermosa, tiene una escena que es un poco too much. Incluso JohnWilliams se lleva lo suyo. Se dice que la música, admitiendo que es hermosa (algo que de lo que doy fe), es "poco original" y se utiliza demasiado para guiar las emociones de los espectadores.

En cuanto a las perspectivas de War Horse en su carrera hacia los Oscar, nadie le dijo que su idea fuera poner la película en el primer lugar en sus nominaciones, pero todos parecían muy seguros de que en algún lugar - en la mayoría de los casos bastante alto - sí estaría.

En España se estrena el 13 de enero de 2012, con las nominaciones ya anunciadas.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Polanski el carnicero

Con el tiempo, los gustos, como la energía, se transforman. No del todo, claro. Aún hoy, una de las películas que más me han perturbado en mi vida ha sido El ángel exterminador (1962), obra magna del irrepetible Buñuel. En ella, un grupo de burgueses que acaban de disfrutar de una opípara cena se ven incapaces de abandonar la habitación en la que se encuentran. Con el paso de las horas, de los días, las máscaras se caen y acaban comportándose como lo que en realidad son, somos: animales.


Similar sensación de agobio he sentido al ver Un dios salvaje (Carnage), último título por el momento en la interesantísima filmografía de Roman Polanski, cuya penúltima película, El escritor (The Ghost Writter, 2010) merece todos los elogios. Inevitablemente, la mencionada El angel exterminador vino a mi memoria cuando el acomodado matrimonio formado por Christoph Waltz y Kate Winslet no termina de marcharse del piso de otro, cuyos componentes son John C. Reilly y Jodie Foster, a pesar de salir por la puerta en varias ocasiones, incluso habiendo entrado en el ascensor. Por diferentes razones, acaban volviendo para seguir dándole vueltas al incidente que ha provocado la reunión: la agresión con un palo del hijo de uno de los matrimonios al hijo del otro en un parque junto al mítico puente de Brooklyn, que es la primera escena de la película, rodada en plano secuencia con los créditos.

Basándose en la obra teatral de Yasmina Reza, Polanski pone todo su conocimiento del lenguaje cinematográfico, que es mucho, al servicio del texto original. Utiliza sabiamente los fundidos a negro, a modo de telón o de iluminación de sala, para separar el inicio del grueso de la película y éste de los créditos finales. Música solo al principio y en la conclusión, como en el teatro. Pero, tanto el montaje, multitud de encuadres, como el premeditado uso de los primeros planos nos situa en una experiencia esencialmente cinematográfica. 

Como un buen carnicero, Polanski va fileteando con cortes finos pero precisos el agudo retrato social de Reza. Pero, claro está, no vale con ser el mejor carnicero. Necesitas buena materia prima y el libreto original lo es. No menos importante resultan las herramientas. El autor de Chinatown se ha rodeado de un compacto cuarteto de intérpretes que están a la altura del proyecto. Aunque, si hay que poner nota, me quedo con ellos. Tanto el todoterreno John C, Reilly como, especialmente, Christoph Waltz, dan el contrapunto perfecto a las, en ocasiones, over the top Foster y Winslet.

Muy recomendable película de un veterano cineasta que, sin llegar a ser un dios, todavía conserva intacto su lado salvaje, para nuestro deleite.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Unas botas de siete leguas

Una rectificación a tiempo siempre es buena. Había unanimidad a la hora de calificar de decepcionantes tirando a mediocres las últimas entregas de Shrek, particularmente Felices para siempre (Shrek Forever After, 2010). Una fórmula más que agotada que se salvaba del naufragio total gracias a escenas sueltas, muchas de ellas protagonizadas por el gato con botas.


No por casualidad, los ejecutivos de Dreamworks Animation ya vieron las posibilidades del personaje desde su primera aparición en Shrek 2 (2004) y decidieron lanzarlo al estrellato en solitario. El momento no podía ser mejor, con la franquicia original parada y la necesidad de crear una nueva que genere los suficientes ingresos para que el Consejo de Administración no se ponga excesivamente nervioso. De hecho, también están preparando secuela de la magnífica Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) para 2014.

La clave fundamental del éxito del gato con botas es Antonio Banderas. Su pasado como El Zorro, su desaprovechada y desconocida vis cómica y, también, unos extraordinarios registros faciales hacen del personaje una sabia mezcla de elementos que pueden gustar tanto a los adultos como a los enanos de la casa. Al fin y al cabo, quien más quien menos o tiene un minino en casa o se cruza todos los días con algún arrabalero en tonos grises detrás de cualquier esquina.

Cogiendo lo que siempre ha funcionado de la saga Shrek: la mezcla de cuentos clásicos (Humpty Dumpty, Jack y las habichuelas mágicas o La oca de los huevos de oro) , giños cinéfilos (El Zorro está continuamente presente) y modismos actuales, el equipo liderado por Chris Miller (director de Shrek Tercero) ha sabido sacarse de la chistera un producto muy digno, con espectaculares secuencias (sobre todo al final) y con unos personajes secundarios que han entrado con calzador en una película para todos los públicos. Los grotescos Jack y Jill no sólo hablan en código adulto sino que son capaces de crear pesadillas a algún que otro infante, mi hija de cuatro años sin ir más lejos. Lo de la marihuana para tratar el glaucoma...en fín. Guillermo del Toro, uno de los productores, seguro que ha tenido algo que ver.

Por su parte, Salma Hayek pone lo mejor de sí misma para dotar de sensualidad a su latin cat, Kitty. Afortunadamente, y debido al origen de Banderas y Hayek, hemos podido disfrutar en castellano también de su talento. Algo que se agradece y mucho, particualrmente el exagerado acento andaluz del gato con botas. Seguramente, y por una vez, el personaje suena más divertido en la versión "doblada" que en la "original".

Las tres dimensiones están bien utilizadas, al igual que la música, otra pieza de reciclaje de aquí y de allí, con especial protagonismo a los temas que James Horner compuso para El Zorro. Sin alcanzar el nivel de Pixar, El gato con botas (Puss In Boots) cumple con el doble objetivo de colocar al personaje principal como estrella de un par de secuelas al tiempo que entretiene con una fórmula de eficacia probada pero a la que había que cambiarle algunos ingredientes.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Más que golpe cachete

Un tipo como Brett Ratner, capaz de poner a cantar a voz en grito Eres tú de Mocedades a un preso en el piloto de la excelente primera temporada de Prison Break ya me cae bien. No era la primera vez, también la incluyó en la banda sonora de Family Man, un drama familiar moralista heredero de los clásicos de Capra.
Otro motivo para mis simpatías por él son los innumerables comentarios, a cada cual más hiriente, vertidos contra secuelas que ha firmado, principalmente la tercera entrega de X-Men o Dragón Rojo, precuela de El silencio de los corderos. A ver, estando de acuerdo en que no llegaban al nivel de sus predecesoras tampoco estaban tan mal. Es más, Dragón Rojo en muchos aspectos es superior a Hannibal.


Ahora, Ratner nos ofrece un nuevo título de género que ni precede ni continua ninguna película anterior, lo que no deja de ser un alivio. Otra cosa es que sea original. Muy al contrario, Un golpe de altura (Tower Heist) intenta captar al espectador que echaba de menos “una de atracos” al estilo Ocean’s Eleven pero con toque social. Un grupo de empleados, encabezados por Ben Stiller, planean saquear la caja fuerte de la planta noble de la torre en el que trabajan cuando se enteran que el gran jefe (siempre es grato el reencuentro con Alan Alda) les ha estafado todo el dinero de sus pensiones. Para ello, solicitarán la, digamos, asistencia técnica de un locuaz ladronzuelo de poca monta interpretado por Eddie Murphy.

Precisamente, a partir de la aparición de Murphy, la película remonta considerablemente y aparecen los mejores gags, recuperando aunque solo sea en breves instantes al brillante cómico que es, y que creíamos desaparecido entre tanta basura infantiloide y vehículos de lucimiento cada vez peores. La última vez que disfruté con él fue en las infravaloradas Bowfinger y Condenados a fugarse (Life), ambas de 1999. Ha llovido.

Por lo demás, una película del montón que permite pasar un rato entretenido, recuperar glorias pasadas y poco más.

sábado, 29 de octubre de 2011

Tintín Jones

Spielberg ha repetido hasta la saciedad que su primer contacto con Tintín fue a través de una crítica francesa sobre En busca del arca perdida (Raiders Of The Lost Ark,1981) en la que se aludía constantemente a las similitudes entre Indiana Jones y el reportero del tupé y su fox terrier. Poco después contactó con Hergé, quien le confesó que era admirador suyo y que él sería el único director capaz de hacer justicia a Tintín en el cine.

Aquella frase, obviamente, se la tomó como una misión vital, más aún cuando el encuentro cara a cara nunca llegó a tener lugar ya que George Remí, el nombre real de Hergé, falleció unos días antes de su cita con Spielberg. Han pasado casi treinta años desde entonces. Él supera los sesenta y yo he llegado a los cuarenta. Seguimos teniendo la ilusión, parte de la inocencia pero, evidentemente, no somos las mismas personas.

Está claro que la tecnología ha tenido que avanzar lo suficiente para que, finalmente, se decidiera que la forma en la que se podía hacer justicia a Tintín y, por extensión, a su autor, era a través de la conocida como performance capture, iniciada por Robert Zemeckis en títulos como Polar Express o Beowulf (con resultados discretos) y perfeccionada por los profesionales de Weta Digital (trilogía El Señor de los anillos) en Avatar. Precisamente, la película de Cameron resultó decisiva para que Spielberg se decantara por Tintín como su siguiente proyecto como director después de la cuarta entrega de Indiana Jones (vuelven a converger sus nombres) y para que Peter Jackson se embarcara en el proyecto como productor y como director de la secuela. Inicialmente, está prevista una trilogía.

Adoro Tintín, aunque reconozco que los títulos elegidos para esta primera entrega (El cangrejo de las pinzas de oro, El secreto del Unicornio y El tesoro de Rackham el Rojo) no están entre mis favoritos. Yo hubiera optado por El cetro de Ottockar o La isla negra (ambos aludidos visualmente en la película) o, si era necesaria una aventura doble, la compuesta por Los cigarros del faraón y El loto azul, en la que Tintín viaja a China (Shanghai en plena invasión japonesa, una época ya abordada por Spielberg en El imperio del sol) ,y a Egipto y en la que no está acompañado del capitán Haddock. Seguramente, prescindir de él era un riesgo que no han querido correr. Cuestionable pero comprensible. Quiero decir que la capacidad de sorpresa con la que me he enfrentado a la película está muy limitada por mi conocimiento de las historias. La cuestión era no tanto qué va a pasar sino cómo me lo iba a contar Spielberg. Handicap considerable.

Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio empieza magistralmente, con unos créditos, poco habituales en Spielberg, en la línea (estilística y musical) de Atrápame si puedes (Catch Me If You Can), que suponen todo un ejercicio de agudeza visual sobre los títulos de la colección tintiniana a los que hace referencia u homenaje más o menos evidente.

La primera secuencia, magnífica como concepto, está protagonizada por el mismo Hergé quien, rodeado por varios retratos de sus aventuras (entre ellos los omitidos hermanos Bird) dibuja en un mercadillo callejero, con su característico estilo, a un  joven que resulta ser Tintín. De un plumazo, Spielberg sitúa al espectador en SU universo, dejando a Hergé el suyo. ¿Son el mismo? Claramente no. La técnica de línea clara fue en su día lo que hoy es la performance capture, es decir, novedosa. Cualquier intento de aprovechar la tecnología actual para trasladar de la página impresa a la gran pantalla de forma escrupulosa la obra de Hergé hubiera funcionado solo durante los primeros cinco minutos. Aquí, nos enfrentamos a un mundo tridimensional lleno de detalles, texturas, luces y sombras, poblado por seres hergianos que parecen actores con máscaras de látex, tal y como Warren Beatty ambientó su particular e infravalorada visión de los cómics de Dick Tracy.

Luego, comenzamos a habitar lugares comunes con la saga de Indiana Jones. No solo por el trepidante ritmo o la soberbia música del (casi) siempre inspiradísimo John Williams sino porque Tintín (Jamie Bell), en esta primera aventura cinematográfica, quiere encontrar un tesoro escondido. Para ello debe encontrar las pistas que le lleven a él, a poder ser, antes que otros individuos con aviesas intenciones encabezados por un tal Sacarine (Daniel Craig), el cambio más radical con respecto a las historias originales. Por el camino, se encontrará con el alcoholizado capitán Haddock (Andy Serkis) y juntos acabarán en una ficticia ciudad de Marruecos. ¿Existen parecidos con En busca del arca perdida? Bastantes, pero eso ya lo sabíamos.

Dice Spielberg que no se lo había pasado tan bien rodando una película desde E.T. Me lo creo. Le han regalado un juguete nuevo para hacer con él lo que quisiera. Y vaya si lo a hecho. Lo que no era posible rodar con personajes de carne y hueso, bien por presupuesto o por seguridad, lo ha incorporado a Tintín. Desde espectaculares persecuciones a un halcón en plano secuencia por las estrechas calles de una ciudad marroquí hasta una huida en hidroavión en mitad de una tormenta, pasando por la recreación de un combate de piratas en alta mar. Por primera vez, se ha adentrado como director en el terreno de la animación, en el de la edición digital, en suma, en otro mundo para él. Seguro que lo ha gozado, y nosotros también.


Que dos cineastas como Steven Spielberg y Peter Jackson unan sus talentos y sus reputaciones para sacar adelante la transformación de los míticos cómics del belga más internacional (con permiso de Poirot) da una idea de la trascendencia de la obra de Hergé a través de los años, cautivando a diferentes generaciones de todos los rincones del planeta. A buen seguro, al otro del Atlántico, estas aventuras de Tintín marcarán un antes y un después en la venta de ejemplares en EE.UU

sábado, 22 de octubre de 2011

Intriga poco contagiosa

Reconozco que me dan mal rollo. Ya en su momento La amenaza de Andrómeda (The Andromeda Strain, Robert Wise 1971) me dejó marcado. Era muy pequeño entonces. Demasiado. Mucho tiempo después, Estallido (Outbreak, Wolfang Petersen 1995) me volvió a meter el miedo en el cuerpo, a pesar de que el final resulta cómico y torpe, después de que hubiera oído hablar durante meses de un virus al parecer letal llamado Ébola.

Ahora, oportunamente, tras la polémica pandemia de la Gripe A (H1N1) decretada por la OMS, la rápida fabricación de la vacuna y las millones de dosis vendidas al primer mundo, Steven Soderbergh plantea en Contagio (Contagion) una nueva alarma sanitaria a partir de otro virus con aviesas intenciones y con consecuencias, esta vez sí, catastróficas para la humanidad.



A diferencia de los títulos anteriores, este es un drama coral poblado de nombres conocidos, rodado en diversos formatos, múltiples localizaciones, y con nexos de unión en forma y fondo, con otra obra anterior del director, mucho más brillante: Traffic. Aquí, noto que Soderbergh se ha acomodado, no corre el mínimo riesgo y, con mucho oficio, solo esboza críticas a un sistema en el que los intereses de gobiernos o de la industria farmacéutica, la pasta gansa, se ponen por montera a miles de personas.

Demasiado larga, fría y totalmente inocua, Contagio, solo permanecerá en mi memoria por la potentes interpretaciones de Laurence Fishburne y Matt Damon o el siempre angelical rostro de Gwyneth Paltrow.

jueves, 13 de octubre de 2011

El poster de La amenaza fantasma 3D ignora a Jar Jar y a Liam Neeson

Aunque ya lo he comentado en Facebook, aquí me puedo extender un poco más sobre el diseño del cartel del reestreno en 3D del episodio uno de Star Wars: La amenaza fantasma (The Phantom Menace).

Ni rastro de Qui-Gon (Liam Nesson) ni del pipiolo Anakin, ni, por supuesto, Jar Jar Binks. Curiosamente, los protagonistas de la película. En su lugar, de manera prominente, Darth Maul y, en segundo plano, Darth Sidius, Obi-Wan, Yoda, R2 y la carrera de vainas. Ummmmmmmm.

Quizás sea momento de recordar lo vivido con varios amigos en Nueva York, allá por mayo de 1999.
Habían pasado 16 años desde El retorno del Jedi. Ya no teníamos 12 años sino 28 y las Torres Gemelas todavía dominaban el sur de Manhattan. El complejo estaba cerca de Union Square, colas interminables y merchandising por todos lados. Suponía el regreso a la dirección de Lucas que, desde la experiencia durante el rodaje de la primera de todas en 1976, sólo ejercía de productor ejecutivo o autor de argumentos bien en la saga de Indiana Jones (serie de tv incluida) o Willow. Sí, también en Howard: un nuevo héroe (Howard The Duck).

Quiero decir con esto que el nivel de expectación no podía ser más alto. En otras palabras, las posibilidades de decepción eran muchas más que las de atravesar con éxito un campo de asteroides. Vamos, tengo muy vivo en mi memoria el subidón de adrenalina que tuve la primera vez que vi el trailer, a pesar de la pésima calidad que tenían los quicktime de 1998.

Todo eso es pasado. La trilogía de precuelas está estrenada, distribuida en VHS, DVD y, desde hace unas semanas, también en Blu-ray.

El poso que tiene ahora La amenaza fantasma es diferente al de 1999. Y, sinceramente, me parece una excelente película. ¿Con fallos? Sí, muchos, pero también con enormes aciertos. Vayamos por partes:

Aciertos:


  1. Todo el mundo debe reconocer que inventarse un villano teniendo el precedente de Darth Vader era un desafío mayor que subir el Everest con zapatillas de felpa. Darth Maul cumplió con creces y se ha convertido en uno de los personajes más recordados.
  2. Los duelos con sables láser tenían que mejorar y vaya si lo hicieron. El enfrentamiento a dos entre Maul y Obi-Wan, con esa toma sin música ni cortes, a la velocidad del rayo y con un sonido de primera, es de lo mejor de toda la saga.
  3. La elección de Liam Neeson como mentor de Obi Wan, dando profundidad y presencia a un maestro Jedi como Qui-Gon fue otro acierto.
  4. El planeta Naboo, medio rococó medio Venecia. Espectacular a la vista.
  5. Magníficos personajes secundarios como el impagable Watto, el maestro jedi Ki Adi Mundi, Sebulba o Sio Bible.
  6. Sabia, muy sabia y clave la decisión de darle de nuevo a Ian McDiarmid el papel de Palpatine. Podrían haber optado por cualquiera y no, Lucas eligió la mejor carta. 
  7. La carrera de vainas. Aunque algo excesiva, es innegable el gancho de la secuencia, aderezada con los hilarantes cameos de los jawas, los tusken raiders o la enigmática Aurra Sing.
Errores


  1. Jar Jar Binks. Ya se ha dicho de todo y no voy a insistir. No es gracioso. Sobra y no aporta nada a ninguna de las tramas, como se pudo demostrar en los episodios 2 y 3. En general los gungan, aunque suene racista, molestan cada vez que aparecen, algo que están arreglando en la serie The Clone Wars.
  2. Anakin. Te empiezas a imaginar las razones de su paso al Lado Oscuro. Tendrá los midiclorianos por las nubes pero el chaval es un tontaina. Todo el día dando grititos tipo ¡uau!. Si no le hubiera pillado Palpatine hubiera acabado alcoholizado o chutado. Fijo que su media académica solo le daba para Filología Gungan.
  3. La marioneta de Yoda no funcionaba. La han cambiado ya así que...
Creo que, haciendo balance, hay más aciertos que errores, a pesar de que éstos son estratosféricos y dañan mucho al conjunto. Por ello, daré otra oportunidad a La amenaza fantasma. 

viernes, 7 de octubre de 2011

Sobre Steve Jobs

Ayer, cuando me enteré del deceso de Steve Jobs, miré a mi derecha. Allí estaba, inerte, apagado, con la pantalla en negro y los ya no tan blancos auriculares abrazándolo. Era mi IPod Touch, la versión para pobres del IPhone, como de luto por la (no por esperada) muerte de su creador. Decidí que siguiera así el resto del día.



Yo siempre le recordaré, además de por todo lo que se ha dicho, por Pixar. George Lucas siempre le estará agradecido por comprarle una división tecnológica de Lucasfilm a la que no podía dedicarle el tiempo necesario, ni tenía las ideas claras sobre qué hacer con ella. Jobs sí. Como tantas otras veces.

Independiéntemente de lo difícil que debía de ser trabajar junto a él, es innegable su legado, el grado de excelencia al que han llegado sus proyectos, su clara influencia en sus competidores. Primero Apple, primero Pixar. Los demás a rebufo, con mayor o menor fortuna.

Descanse en paz.

miércoles, 5 de octubre de 2011

War Horse ya tiene poster y nuevo trailer

En USA se ha adelantado el estreno de Caballo de batalla (War Horse). En España será el 30 de diciembre, en plenas vacaciones navideñas y antes que en nuestros países vecinos: Francia y Portugal.

El segundo trailer que se hizo público ayer no hace sino confirmar que estamos ante un Spielberg clásico, el que rodó El imperio del sol, pero con la mochila también cargada con La lista de Schindler y Salvar al soldado Ryan. Las posibilidades de que acapare numerosas nominaciones al oscar son altas, muy altas.

No es casual que el regreso de Frank Marshall a la producción de largometrajes de su antaño colega coincida con una nueva entrega de Indiana Jones y con este drama que disparará el consumo de kleenex en los cines. Escuchar el tema que John Williams ha compuesto para la película, los planos de Kaminski (que me recuerdan mucho a los creados por Allen Daviau para El imperio del sol) y el tono general de la película me producen sensaciones adormecidas durante años. Será la crisis de los 40, que ando muy sensible o no sé qué, pero espero Caballo de batalla como agua de mayo. Gracias Spielberg. Y ya van....

"La Sirenita" o "Buscando a Nemo" también en 3D

Parece que en Disney han vuelto a ver a la gallina de los huevos de oro. Digo que la han vuelto a ver porque, durante décadas, seguían la milimetrada estrategia de reestrenar sus clásicos en cine cada cierto tiempo, alternando con la llegada de producciones nuevas. Sólo así pude descubrir Peter Pan o El libro de la selva como dios manda. Recuerdo como si fuera ayer las ganas que tenía de ver 101 dálmatas (1961). Tenía el cómic, un disco-libro que te contaba la historia. La espera se hizo eterna, hasta 1980, pero mereció la pena.



Las nuevas generaciones, con la llegada de los formatos domésticos (Vídeo, Laserdisc o DVD), no tuvieron esa oportunidad...hasta ahora.

Disney planea lanzar versiones en 3D de otras cuatro clásicos, como Buscando a Nemo y La Sirenita, tras el éxito de la resucitada El Rey León en la taquilla USA, en lo que, en un principio, solo era una maniobra comercial para apoyar el lanzamiento en Blu-ray de la película. Ya ha pasado la barrera de los 80 millones de dólares recaudados. 

Una versión 3D de La Bella y la Bestia, originalmente de 1991 y que ya la he comentado aquí, llegará a las pantallas en enero del próximo año, seguido en septiembre de 2012 por Buscando a Nemo de Pixar, una de sus obras maestras, estrenada en 2003.

A continuación, en enero de 2013 veremos la versión actualizada de Monstruos S.A. de 2001, coincidiendo con el lanzamiento de su secuela, seguido, en septiembre de 2013, por el upgrade a 3D de La Sirenita (1989), el comienzo de la nueva edad de oro que vivió el estudio hasta mediados de los 90.

Algunas voces son muy críticas con los intentos de hacer versiones adaptadas en 3D de las películas ya producidas con técnicas tradicionales, en lugar de concebir una película y rodarla con la nueva tecnología desde el principio. Estando de acuerdo, el proceso de las películas de animación tradicionales es perfecto para la tecnología estereoscópica, puesto que se trata de capas, el acetato con el dibujo y el fondo. Nada que ver con una producción de acción real. Veremos los resultados con Titanic o La amenaza fantasma el año que viene. Si la experiencia funciona, no sería descabellado pensar que El padrino, Lawrence de Arabia, Centauros del desierto o Con la muerte en los talones podrían volver a los cines. A pesar de lo que pueda pensar algún purista, yo me apunto. Total, ya llevo gafas, aunque los últimos avances tecnológicos ya vislumbran el visionado estereoscópico sin ellas. Justo cuando RayBan se planteaba una línea cool de gafas para ir al cine. Esto me lo he inventado.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Lo mejorcito de Brooklyn

Suele pasar. Cuando una distribuidora pequeña se hace con los derechos de una película con cierto gancho, suelen meterla en el frigorífico hasta que encuentran un hueco, a su juicio el ideal, para estrenarla. Solo esa razón justifica que Los amos de Brooklyn (Brooklyn's Finest) llegue a los cines dos años después de su producción. En este caso, más vale tarde que nunca.

Vaya por delante que es una buena película. Sólo tiene un problema: The Wire. Esta Edad de Oro de la ficción catódica que gozosamente vivimos tiene sus daños colaterales. La necesidad de crear decenas de tramas y subtramas que mantengan el (muy alto) nivel de una serie durante varias temporadas, deja una perenne sensación de dejá vu en el espectador iniciado cada vez que se enfrenta a un nuevo thriller policiaco.

A pesar de todo esto, Antoine Fuqua se mueve como pez en el agua en el género, como bien demostró en Día de entrenamiento (Training Day). Reincide en el ambiente irrespirable de las comisarías, y en las miserias de la policía de Nueva York, a través de varios agentes con vidas paralelas que confluyen en la magnífica secuencia final. Aquí no hay espacio para el Manhattan de Woody Allen. En este Brooklyn solo hay inseguridad, prostitución, drogas, bandas, balas y rap. A lo mejor por eso adoro esa ciudad. Me la han descrito tantas veces, desde tantas ópticas distintas, que tengo la impresión que la conozco mejor que el lugar donde vivo. Una sensación que se acrecienta cuando estás allí.

Fuqua se ha rodeado de un reparto compacto y más que competente. Siempre es de agradecer que den papeles a buenos intérpretes que, por encasillamiento en otros roles o porque su madurez les ha apartado de Hollywood, les has perdido el rastro como Wesley Snipes, Ellen Barkin o Will Patton. Richard Gere se acuerda de que puede ser actor cuando se viste de policía, aunque aquí nos dé otro perfil diferente al de Asuntos sucios (Internal Affairs, 1990), buena película que abordaba temas similares. Don Cheadle da el pego y Ethan Hawke resulta muy creíble en su papel de tipo agobiado por sus circunstancias. Otra cosa es que debería comer un poco más. Tiene muy mala cara el hombre. Desde que no está con Uma parece un alma en pena.

Los amos de Brooklyn funciona en su dibujo de personajes con trazo fino, todos perdedores a su manera, en su ritmo y estructura, en su final nada complaciente y en su concepción cinematográfica. Los encuadres, el (seguro intencionado) grano de la imagen, la tenue iluminación y un montaje brillante.

Otra cosa es su nula capacidad de sorprender. Una pena pero así están las cosas.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Deber o no deber

Con la que está cayendo, día sí, día también, hay que tenerlos muy bien puestos para pagar por ver una película que se titule La deuda (The Debt). Más aún estrenarla. Solo el título te echa para atrás y es una de las pocas cosas en las que se fija el que decide ir al cine y ojea la cartelera.



Bien es cierto que es la traducción literal del título original. Cosas peores se han hecho. Dicho esto, estamos ante un eficaz thriller de espías que cumple con el objetivo de mantener tu atención. Que no es poco.

John Madden, el director de Shakespeare In Love, ha tomado como referencia una película israelí de 2007 con el mismo título. Por lo tanto, hablamos de un remake cuyo original no he visto. A pesar de ello, no me extraña el origen geográfico de la idea al ver el tratamiento que se hace a Israel, su gente y, más concretamente, sus prestigioso servicio secreto.

La historia se desarrolla, utilizando flashbacks y flash-forwards, entre 1966 y en 1997. Tres agentes del mossad, dos hombres y una mujer, son destinados a una misión en el Berlín Oriental para capturar y llevar ante la justicia a Dieter Vogel, también conocido como "el cirujano de Birkenau", un criminal nazi oculto en la entonces República Democrática Alemana, donde ejerce de ginecólogo, en una interpretación contenida e inquietante del danés Jesper Christensen. Lo que ocurre allí, el triángulo amoroso que se crea, y las consecuencias de la misión en sus vidas, es el eje sobre el que gira el guión, firmado por el tándem Matthew Vaughn  y Jane Goldman (X-Men:First Class y Kick-Ass).

A pesar de que, como ya he dicho, se deja ver, no es menos cierto que está a años luz de otros títulos en la misma línea como Munich, referente claro de la última década. El que a Helen Mirren, grandiosa actriz, le haya visto un par de veces ya haciendo de agente secreto (la otra fue en Red) empieza a resultar grotesco. De hecho, el final, que no voy a desvelar, es uno de los elementos de La deuda que lastra toda la película, por inverosímil como poco. Tampoco te acabas de creer que un agente del mossad pueda ser tan pardillo como el personaje interpretado por Sam Worthington (Avatar) en 1966 y por Ciarán Hinds (Roma, Camino a la perdición, Munich). Una cosa es ser reservado, emocionalmente retraído y otra cosa distinta es ser un membrillo.

Tanto la iconfundible música de Thomas Newman, el adecuado ritmo de la película impuesto por Madden, como las interpretaciones de un competente (en su conjunto) reparto hacen de La deuda una interesante propuesta. Lo que toda la vida se ha llamado entretenida.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Spielberg retrasa el estreno de Lincoln y más...

Steven Spielberg ultimamente no para de lanzar interesantes titulares. En unas declaraciones al diario Orlando Sentinel , y después de anunciar una película sobre Abraham Lincoln durante años en la que Liam Neeson, protagonista de La lista de Schindler, interpretaría al presidente, finalmente, está haciendo las maletas para viajar hasta el estado de Virginia - Richmond y sus alrededores - para rodar Lincoln, basada en un reciente best-seller  de uno de los historiadores más populares de Estados Unidos. Tony Kushner (Munich) es quien firma el guión tras pasar por varias manos.

Hablando de Richmond, Spielberg dice que "muchos de los edificios de allí, los edificios gubernamentales, se parecen al Washington durante la Guerra Civil".

Su Lincoln "no será una película en el campo de batalla,". "Hay batallas, y al estar en Virginia, tenemos acceso a los campos de batalla históricos. Es realmente una película sobre el gran trabajo que hizo Abraham Lincoln en los últimos meses de su vida".

"Nos estamos basando en el libro de Doris Kearns Goodwin Team of Rivals (Equipo de rivales), pero sólo estamos centrados en los últimos cuatro meses de vida de Abraham Lincoln", es decir, desde diciembre de 1864 hasta el 15 de abril de 1865, fecha en la que murió asesinado.

"La película se va a estrenar, a propósito, después de las elecciones (presidenciales) del próximo año. Yo no quiero que se convierta en carne de política ".


Daniel Day Lewis será Lincoln, en una acertadísima decisión. El talento le sobra y el parecido físico, sin caracterización, es enorme. El goloso reparto se completa con Tommy Lee Jones, David Strathairn, Joseph Gordon-Levitt y Sally Field como la esposa del 16º presidente de Estados Unidos, uno de los más reconocidos a nivel mundial, tanto por el papel jugado durante la Guerra Civil y la abolición de la esclavitud como por la innumerable cantidad de veces que le hemos visto en la gran pantalla o en la televisión. Recuerdo especialmente la impresionante interpretación de Hal Holbroock en Norte y Sur, mítica miniserie de los 80. Por cierto, Holbroock también está en el reparto de Lincoln.


Sobre la cacareada muerte de las 3D

"Las 3D no están muertas. Nooo. Es la película la que hará que el público quiera verla en 3D y no pagar la entrada más barata para verla en 2D. Siempre dependemos del público".

Para Spielberg, "3D es sólo otra herramienta en nuestra caja. Todo depende de la audiencia, si piensan que esta o aquella película es digna de ver en 3D. Ellos decidieron que Avatar valía la pena unos cuantos dólares más en 3D. Ellos también han decidido pagar unos cuantos dólares menos y ver en 2D Cars 2. El público tomó esas decisiones - Avatar en 3D, Cars 2 en 2D. Y así va a ser de ahora en adelante. Gracias a Dios, el público siempre tiene la última palabra. Al final, todos estamos trabajando para ellos ".

Robopocalypse y otros proyectos

No hace mucho se hacía público que 20th Century Fox y Spielberg vuelven a unir sus caminos tras la grandiosa Minority Report en Robopocalypse, regreso a la ciencia ficción basándose en la novela homónima de Daniel H. Wilson, cuyos derechos compró Dreamworks antes de su publicación. Se desarrolla en un futuro cercano, en el que la Humanidad es cada vez más dependiente de los robots y tendrá que enfrentarse a su extinción tras un accidente provocado por un informático que desata a una inteligencia artificial llamada Archos, quien liderará una especie de rebelión tipo Skynet en el Juicio Final de Terminator o, sin ir más lejos, la que monta César en la fantástica El origen del planeta de los simios. Se estrenará el 3 de julio de 2013 en EEUU, una de las fechas clave del año y que coincide con las fiestas del Día de la Independencía.


Otro proyecto para el que tiene los derechos son las novelas/juegos interactivos 39 Clues (39 pistas), muy populares entre la infancia de medio mundo. Spielberg ha dicho que "Brett Ratner es el director y estamos esperando a rodar la película el próximo año."

Mucho se va a escribir sobre Steven Spielberg durante los próximos meses. En octubre estrena en Europa las aventuras de Tintín en 3D y para navidades se espera Caballo de batalla (War Horse), una película que ya huele a Oscar...y a lágrimas.

Por cierto, en ESTE enlace podéis ver un montón de fotografías nuevas en alta resolución de Las aventuras de Tintín: el secreto del Unicornio.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Los diez cambios que yo haría a Star Wars

Aunqué soy realista y sé que nunca ocurrirá, estos son los diez cambios que yo haría a las seis películas existentes. Si George no para de meter mano aquí y allí, los demás también podemos aportar nuestro granito de arena.

  • Recortaría al máximo las escenas en las que aparece Jar Jar Binks en La amenaza fantasma. El tiempo no ha hecho más que dar la razón a los que opinaban que es un personaje, como mínimo, molesto. Es posible sin alterar la historia.

  • Corregiría el pelo de Ewan McGregor. Fijándose en él, se pueden descubrir todos los planos adicionales que se rodaron para el Episodio I. Teniendo como referencia el look rapado del resto de la película, un poquito de photoshop y listo.

  • Reducir la duración de la carrera de vainas.

  • Aprovechar la nueva tecnología de motion capture, colocársela a Anthony Daniels, borrar al C3PO en fase esqueleto e insertar la versión CGI con los movimientos de Daniels.

  • Eliminaría la escena de Anakin del episodio II haciendo surf sobre no sé qué criatura de las praderas de Naboo en la que cae y se hace el muerto. Desmerece el acabado técnico magistral de las seis películas, es ñoña y no aporta nada.

  • En relación a la anterior, llamaría a Lawrence Kasdan y le pediría de rodillas que reescribiera (casi) todos los diálogos entre Anakin y Padme del Episodio II. Hayden y Natalie volverían a grabarlos.

  • Volver a editar la banda sonora del final del episodio II. Se nota mucho que es la misma del comienzo del episodio I.

  • Insertaría un instante de la marcha de Darth Vader la primera vez que aparece a bordo del Tantive IV al comienzo del episodio IV. No estaba compuesto en 1977 pero le daría coherencia al conjunto. Sé que John Williams la grabó en su día.

  • HAN SOLO DISPARA PRIMERO

  • Volvería a recuperar Lapti Nek para el número en el palacio de Jabba. Suena mucho más "alien".
Son sólo ideas. Si en la edición 3D que, seguro, lanzará un año de estos...pues mejor que mejor.

martes, 13 de septiembre de 2011

Spielberg habla de Indiana Jones 5 y retoques digitales

Ocurrio ayer, lunes 12 de septiembre en un cine de Los Angeles. El evento estuvo organizado por The Los Angeles Times y moderado por el columnista de Hero Complex, Geoff Boucher. Lo que hubiera dado por estar allí. Un pase gratuíto, sí, GRATIS de una copia digital nueva de En busca del arca perdida (Raiders Of The Lost Ark) y, al finalizar, un coloquio con Steven Spielberg y, por sorpresa, Harrison Ford. Imagino las caras del respetable al ver al mismísimo Indiana Jones.

Voy a resumir lo más interesante dicho por los dos y recogido por Blu-ray.com.

Indiana Jones en Blu-ray


"No lo sabemos. Pronto, pero no sabemos cuánto de pronto. Muy pronto en mi mundo sería de alrededor de 6 meses, pero "pronto" en el mundo de George (Lucas) es un plazo de a partir de seis meses, pero no lo sé. Está ahora con el lanzamiento de Star Wars. Luego va Indiana Jones . No estamos seguros de si serán Arca PerdidaTemplo Maldito o La Última Cruzada por separado o si las tres van a estar juntas. No lo han decidido. "

Retoques digitales de sus películas

"Ese es un tema candente ¿no? (risas). Déjenme ponerlo de esta manera, George hace lo que hace, porque sólo hay un George Lucas, y gracias a Dios por eso. Él es la mejor persona con la que he trabajado, un colaborador y director de cine que es un genio a nivel conceptual. Que imagina historias increíbles y es genial en lo que hace. Mi sensación es que él puede hacer lo que quiera con sus películas porque son sus películas y que no hubiésemos crecido con Star Wars o Indiana Jones si no hubiera sido por George.


Por mi parte, lo he intentado una vez y ahora lo lamento. No a causa del escándalo entre los fans, sino simplemente porque yo estaba un poco decepcionado de mí mismo. Había sido muy sensible a algunas de las críticas que ET había recibido de algunos grupos de padres, cuando se estrenó por primera vez en 1982. Que tienen que ver con Elliot diciendo "aliento de pene" o las armas de la CIA apuntando a chavales. Y también había algunas irregularidades en primeros planos de ET. Yo siempre había pensado que, alguna vez, si la tecnología evolucionaba hasta el punto en que yo podía hacer algunas mejoras faciales con ET, me gustaría hacerlas. Así que las hice. Estaba bien para un rato, aunque luego me di cuenta que lo que había hecho era robar a la gente al ET de sus recuerdos que tanto amaban. Lo único que podía hacer después, porque me siento mal por ello, era lanzarla como cuando salió en DVD por primera vez. Le dije a Universal que tenían que poner dos películas en la caja: una, que sería la versión original de 1982 y la otra versión mejorada digitalmente.Vamos a hacerlo así o no vamos a vender E.T. en DVD. Lo que me gustaría ahora es esto. Vamos a hacer una pequeña encuesta aquí. Sé que estamos preparando el Blu-ray de E.T. Si saliera con un solo E.T. en Blu-ray, el de 1982, se opondría alguien a eso? (El público grita "¡No!") Bueno, que así sea".

Indiana Jones 5

Además, tanto Spielberg como Harrison Ford, expresaron su voluntad de hacer una quinta película de Indiana Jones, si se les presenta un guión. A la pregunta, Ford dijo bromeando: "Mientras no me envíen a Marte".


¿Cambiaría Spielberg algo de En busca del Arca Perdida?

No, de todas las películas que he hecho, esta es quizás la única que puedo soportar ver de principio a fin. Y verla como un miembro del público, no verla como alguien que sabe lo que vendrá después. En realidad, me puedo meterme en  Raiders of the Lost Ark. También un poco al ver Indiana Jones y la Última Cruzada. Esas son mis dos favoritas de las cuatro películas. No puedo decir lo mismo de todas las demás películas que he hecho, pero esta es muy especial para mí.

Top Gun se apunta a la tercera dimensión

Para muchos, entre los que me incluyo, Top Gun es el ejemplo recurrente del cine facha estrenado durante la presidencia de Ronald Reagan. Una loa al ejército de Estados Unidos, a su coraje y a lo guay que es llegar a pilotar un F-18 para derribar a los malísimos MIGs soviéticos. La Guerra Fría estaba templándose pero Hollywood seguía apuntando hacia Moscú como origen de todas las amenazas a the American way.



Don Simpson y Jerry Bruckheimer, asentados en la Paramount, venían de cosechar grandes éxitos con American GigoloFlashdance y la primera parte de Superdetective en Hollywood. Eligieron a Tony Scott, hermano de Ridley y solo con El ansia (The Hunger) en su filmografía, para dirigir Top Gun.

Fue un éxito incontestable, lanzó al estrellato a su pareja protagonista, principalmente a Tom Cruise, e introdujo al gran público a otros rostros que serían muy populares pocos años después: Val Kilmer, Tim Robbins y Meg Ryan. La caprichosa fama le llegó mucho más tarde a Anthony Edwards con Urgencias (E.R.). Su banda sonora se vendió como rosquillas, la balada Take My Breath Away ganó el oscar y consagró en Hollywood a Giorgio Moroder. Otra cosa es su calidad y si, entre todas las películas de la Historia, merece la conversión a 3D antes que, por ejemplo, E.T o Regreso al futuro.

Personalmente, nunca la he colocado entre mis favoritas. Reconozco que, en su día, la compré en VHS. De hecho la cogí manía porque decían que era una copia HI-FI Stereo y aquello sonaba mono. Monísimo. No pude cambiarla con el consiguiente mosqueo. Años después te enteras que Kelly McGillis es lesbiana, que Tom Cruise usa alzas en no sé cuantos planos y que vomitó la primera vez que montó en un caza. Vamos, que verla ahora me da más que pereza. No te cuento a un twittero de veintitantos.

No tengo claro el éxito de La amenaza fantasma o Titanic cuando se estrenen en su versión estereoscópica en febrero y abril del año que viene, respectivamente. Ni te cuento el de Top Gun. La veo más en el bottom de la taquilla.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Menudos mercenarios

No, si al final Sly lo va a conseguir. Jason Statham, uno de los mercenarios originales, ha confirmado que la secuela de Los mercenarios (The Expendables), que se presentó en el pasado festival de Cannes, comienza a rodarse en Bulgaria dentro de dos semanas a las órdenes de Simon West (Con Air, La hija del general).


Esta vez, Stallone ni dirigirá ni será el autor del guión, que viene firmado por el novel David Agosto y por Ken Kaufman (Space Cowboys, Desapariciones).

Lo llamativo del proyecto no es que repita el estelar reparto de la primera parte: Stallone, Statham, Lundgren, Rourke o Li sino que, atención, otros míticos nombres de los mamporros de los 80 como Chuck Norris y Jean-Claude Van Damme además de, en papeles más importantes, tanto Bruce Willis como Arnold Schwarzenegger, que solo hicieron cameos en plan colega en Los mercenarios, que recaudó más de 250 millones de dólares en todo el mundo y ocupó el número uno de la taquilla yanki varias semanas. Aunque luego sea una mierda de peli, ahí queda eso. No me la pienso perder.

Otra noche de miedo

Son esas tardes de cine que recuerdas con especial simpatía. Ocurrió una oscura, fría y lluviosa tarde invernal de 1985. Un pipiolo de 14 tacos se acercó hasta los desaparecidos cines Urrutia de Bilbao, unas salas pequeñas pero más que decentes en las que se proyectaban películas en su mayoría procedentes de las salas de gran aforo, también todas desaparecidas...snif. Era una peli de la que no había oído hablar pero el poster me llamaba la atención. Por aquel entonces, en varios puntos estratégicos de la ciudad se colgaban los posters de los títulos en cartel con el nombre de la sala en la parte superior. El de Noche de miedo (Fright Night) me enganchó (todavía conservo un original) y ver que los efectos especiales estaban supervisados por Richard Edlund, uno de los primeros en pirarse de la ILM después de El retorno del Jedi para montárselo por su cuenta (Boss Film se llamaba su empresa). Me lo pasé como un enano viendo al pringao protagonista, al vampiro más cool que recuerdo (Chris Sarandon bordando a Jerry Dandrige) y a un impagable Roddy McDowall como el acabado presentador de TV y matavampiros Peter Vincent, maravilloso homenaje a Peter Cushing y Vincent Price. Tenía una eficaz mezcla de comedia y terror, aderezada con unas canciones bien elegidas (también conservo en vinilo la banda sonora) y con unos brillantes efectos visuales y de maquillaje.

Luego, con el tiempo, ves que se ha transformado en una especie de peli de culto (no así su mediocre secuela) con lo que no me sorprendió que se decidieran a rodar un remake, aprovechando la moda de los vampiros gracias a la saga Crepúsculo.

El resultado es mejor de lo esperado. Conserva los elementos fundamentales de la película original, mejora otros pero carece del encanto de aquella. Lo que Super 8 es a las pelis de Spielberg de los 80, Noche de miedo lo era de los clásicos de la Hammer. Tom Holland lo hizo bien pero, ahora, Craig Gillespie no consigue dotar a su revisión de la personalidad de su predecesora. Ahora bien, Colin Farrell roba la función al resto de sus compañeros de reparto, creando a un vampiro sin el fondo romántico del original, un chupasangres despiadado bien camuflado entre su vecindario. Otro acierto es trasladar la acción desde una calle tipo Wisteria Lane en Mujeres Desesperadas a una comunidad residencial de adosados en medio del desierto de Nevada donde la mayoría trabaja en Las Vegas, es decir, donde lo normal es que se duerma de día y se trabaje de noche.

Hay escenas muy bien resueltas, como los diálogos entre Jerry (Farrell) y su vecino, Charlie Brewster (Anton Yelchin), que sospecha de la verdadera ocupación del de la casa contigua y, siguiendo las leyendas sobre vampiros, se las ingenia para no invitarle dentro de su casa. También la secuencia del vampirizado amigo de Charlie, Ed (Christopher Mintz-Plasse), en un hotel de Las Vegas. Genial.

No me convence el nuevo Peter Vincent (David Tennant). El de McDowall tenía mucha alma. Un pobre hombre con pasado glorioso malvive de sus recuerdos y acepta ayudar al protagonista para poder pagar las facturas. En la versión 2011, es un excéntrico showman rodeado de una colección de artefactos matavampiros en una enorme y lujosa suite de uno de los hoteles-casino de Las Vegas.

¿Se pasa un buen rato?: Sí. Pero, para los que no han visto la original, recomiendo ir al cine, descubrir la historia en esta versión y luego, en casa y de noche, ponerte la original en DVD. Es otra cosa.

Ahora bien, si no te va el rollo vampírico...ni te molestes.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Eddie Murphy presentará los Oscar

Una buena noticia, sí señor. Eddie Murphy presentará la próxima edición de los Oscar de Hollywood, que tendrá lugar el próximo 26 de febrero (mi cumple) en el Kodak Theatre. Sabia decisión tras el fiasco protagonizado por James Franco y Anne Hathaway. Fue la gala menos vista de la historia. No siempre sangre fresca significa mejor sangre.

Siempre me ha resultado un tipo muy gracioso, a pesar de su más que discutible filmografía. Si hay que destacar títulos concretos me quedo con las dos primeras de Superdetective en Hollywood (Beverly Hills Cop), Bowfinger, Condenados a fugarse (Life), su papel en Dreamgirls y algún gag de El chico de oro (The Golden Child) o El príncipe de Zamunda (Coming to America). Tampoco conviene olvidar sus creaciones vocales en Mulán de Disney o el asno de la saga Shrek. Por cierto, quiero aquí romper una lanza en favor del extraordinario actor de doblaje que Murphy tiene en España, Juan Fernández. En un error de bulto, que no fuera él quien doblara al asno, una decisión que restó buena parte del efecto cómico del personaje. No sólo porque la voz original era la de Eddie Murphy sino porque Fernández es un crack. Te partes con él. Vale que no tiene el nombre de José Mota pero hubiera funcionado a las mil maravillas. Fijo.

Brett Ratner, con quien acaba de rodar Un golpe de altura (Tower Heist), ha sido el que le ha convencido. No lo va a tener fácil pero el talento le sobra. Quien no le haya visto en un escenario, seguro que no queda defraudado.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Cosas del tío George

Tengo que admitirlo. Me gusta hablar de George Lucas. Este hombre ha hecho mi vida más feliz, por mucho que le critiquen por todo el mundo. Eso es bueno. Al final, la indiferencia es infinitamente peor. Si legiones de fans montan en cólera cada vez que se retocan las películas de Star Wars, principalmente los episodios IV, V y VI, significa que su amor, pasión, frikismo por ellas hace que las sientan como suyas. Pues no, amigos, son del tío George y hace con ellas lo que se le pone en la punta de su tupido tupé.


Bien es cierto que el hombre es un cúmulo de contradicciones. En 1988, en una famosa alocución en el Congreso yanki con motivo de la moda de colorear las pelis clásicas en blanco y negro, Lucas decía que "Las personas que alteren o destruyan las obras de arte y nuestro patrimonio cultural con fines de lucro o como un ejercicio de poder son bárbaros, y si las leyes de los Estados Unidos continúan tolerarando este comportamiento, la Historia, seguramente, nos calificará como una sociedad bárbara. En el futuro será aún más fácil que viejos negativos que se están perdiendo sean "reemplazados" por nuevos negativos alterado. Esto sería una gran pérdida para nuestra sociedad. Nuestro legado cultural no debe ser reescrito". Hombre, George, uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras, y, en este caso, las hemerotecas te han dejado con el culo al aire.


Pero es que a mi me parece bien. Si, en 1977 (cuando se estrenó el episodio IV), no pudo hacer lo que quería porque la tecnología no existía y lo hace ahora, ¡ole sus huevos!. Lo mismo con las siguientes, incluso en La amenaza fantasma. Cualquiera que sepa un poco del tema conoce que, aunque se experimentó en un plano general al final de la película, el desarrollo del Yoda digital no estaba lo suficientemente pulido para usarlo en los primeros planos, con lo que se recurrió, como en los 80, a una marioneta. Lo malo es que no era la original y el aspecto que tenía no acababa de funcionar. Ese no era nuestro Yoda, nos lo habían cambiado por otro muy chungo. ¿Hay algún problema en que lo hayan sustituído por la versión digital?. Entiendo que no. Ya en los extras del DVD de La venganza de los Sith se podía ver que la sustitución era un hecho. La tecnología avanza a diario y los costes de producción también, de ahí que los retoques sean contínuos. Esa es la razón de que ahora los ewoks parpadeen. Lo hubieran hecho si fuera factible en 1983. Lo mismo que incluir a Ian McDiarmid (el magnífico actor que encarna a Palpatine) en El imperio contraataca en las nuevas versiones en lugar de aquella mujer con ojos de chimpancé.`

Lucas, y otros muchos cineastas, repiten que las películas nunca se terminan, se entregan en fecha para que puedan estrenarse en salas. A mí me ha ocurrido cuando veo vídeos domésticos que he editado. Siempre cambiaría cosas. ¿Que ahora Darth Vader grita ¡noooooo! antes de lanzar a freir espárragos al Emperador en El retorno del Jedi es motivo de escándalo? Yo no lo hubiera hecho, pero tampoco es para tanto. Ni poner a Hayden Christensen en lugar de Sebastian Shaw como espectro jedi al final del episodio VI. Al fin y al cabo, las precuelas no estaban rodadas.

Si somos capaces de aparcar nuestras filias y fobias, deberíamos ver que lo que se intenta es dar una unidad a las seis películas, de forma que, las nuevas generaciones que las descubran lo hagan de la manera que Lucas quiere. ¿Sería la mía? Rotundamente no, pero no son mis películas, son las suyas.

Ojo, que no me chupo el dedo. Eso no quita para que Star Wars se haya transformado hace muchos años en un negocio que mantiene a un emporio con sus ejecutivos y sus empleados que no quieren irse a la calle. Hay que generar ingresos, y para que la peña se compre el pack en Blu Ray hay que dar que hablar. El hecho de que las escenas inéditas se publiquen sin "acabar", seguramente, producirá una edición posterior en otro formato con otras escenas, o las mismas del Blu Ray, en estado de revista. ¿Cómo provocarían al reacio consumidor a comprarse por enésima vez las mismas películas?. Yo sé lo que hay detrás de estos retoques y escenas inéditas, pero no me importa. Incluso no descarto más cambios para el restreno en 3D del Episodio I el próximo febrero. Mejor, ¿no?. ¿Y si matan a Jar Jar en la primera escena?

Por cierto, un par de detalles inmobiliarios del tío George. En la actualidad está construyendo un espectacular edificio en Singapur donde estarán ubicadas todas sus compañías, en la que será la primera instalación de Lucasfilm fuera de Estados Unidos. De hecho, allí ya trabaja mucha gente desperdigada en varias sedes, entre otras cosas, en la cada vez más interesante serie The Clone Wars.
Si se ve el edificio desde uno de los ángulos recuerda claramente al sandcrawler de los jawas. Muy chulo. El otro detalle es que, como otros pudientes americanos e influenciado por Coppola, ha reconvertido un convento italiano de varios siglos en una de sus viviendas. Con cine incluido. Los del pueblo dicen que no se le ve mucho. Con tanto metro cuadrado no le hará falta.




viernes, 2 de septiembre de 2011

10 razones que justifican Cazafantasmas 3

Cada vez son más insistentes los rumores sobre el inicio inminente del rodaje de Cazafantasmas 3 (Ghostbusters 3). Dan Aykroyd, uno de los intérpretes originales, ha sido el que más ha hablado en diferentes medios sobre el tema, al que se ha unido el director de las dos existentes, Ivan Reitman. Al parecer, existe un guión escrito por Lee Eisenberg and Gene Stupnitsky, los autores de esa comedia sin gracia llamada Año uno (Year One), dirigida por otro de los cazafantasmas, Harold Ramis. Solo debe faltar el sí de Bill Murray para que la película esté más cerca de convertirse en realidad. Puestos a pensar, se  me ocurren 10 razones, no necesariamente buenas, que la justificarían:

  1. Las ganas que tiene Sony Pictures (Columbia) de revitalizar la franquicia, aparentemente lo único en lo que invierten grandes sumas de dinero los grandes estudios, con contadas excepciones.
  2. Necesidad de dar el relevo generacional a los antiguos cazafantasmas y sustituirlos por sangre fresca.
  3. Cerrar un círculo que lleva 20 años abierto. Será por algo, digo yo.
  4. Las nuevas tecnologías abren hasta el infinito las posibilidades creativas.
  5. El revival de los 80. Las dos películas existentes son un claro ejemplo del cine palomitero de entonces.
  6. Las carreras de buena parte del reparto no están en su mejor momento. Ivan Reitman ha visto como su hijo ha conseguido más en menos tiempo que él, Dan Aykroyd no levanta cabeza y Harold Ramis, director de una obra maestra como Atrapado en el tiempo (Groundhog's Day) o de la divertidísima Una terapia peligrosa (Analize This), sobrevive rodando capítulos de The Office. El caso de Bill Murray es diferente. Es un actor de culto para muchos, una especie de fetiche cuya figura cada vez es más grande. Baste su intervención en Zombieland para explicarlo.
  7. O la hacen ahora o la edad del reparto rozará el geriátrico.
  8. Relacionada con la anterior, Ramis y Aykroyd, autores de los guiones y de los personajes, buscan una fuente de ingresos segura para el resto de sus días.
  9. Hay muchos fantasmas que cazar.
  10. Una nueva versión sample-remasterizada de la icónica canción de Ray Parker jr. Por cierto, ¿está vivo?
El tiempo lo dirá. Por eso de la crisis de los cuarenta a mí sí me apetecería verla pero ¿ a mi hija?...